Los protagonistas de la final de la octava edición de la Copa Argentina (Télam) |
Ambos jugadores mostraron un gran nivel durante los cuatro días de la competición y en la final no hicieron la excepción. Con una gran intensidad, David y Pico ratificaron su buen cierre de temporada. Sin embargo, el cordobés pegó en los momentos decisivos y se llevó, una vez más, este torneo disputado en el Buenos Aires Lawn Tennis.
El match entre los dos mejores tenistas argentinos del momento estuvo marcado por la irregularidad en el saque de ambos protagonistas. Y como los dos se destacan por la devolución, el encuentro estuvo plagado de quiebre de servicio con diez rupturas en dos sets. Y en esa extraña dinámica, el que más ventaja sacó fue el cordobés, porque aprovechó las chances que generó para quedarse con el servicio de su rival. Lo hizo en seis ocasiones, mientras que Pico lo logró cuatro veces.
Además, a David le funcionó muy bien la derecha a lo largo de todo el desarrollo con tiros potentes y precisos. El tenista de Unquillo la utilizó para hacerlo correr a Pico, que nunca le escapa al sacrificio. Ya en el primer game del partido lo sometió a un limpiaparabrisas insoportable. Así, logró rápido el primer quiebre. Pero Mónaco no se amilanó y puso primera en el segundo juego para recuperar la ruptura. Entonces, todo quedó como al principio.
Intercambiaron quiebres en los primeros tres juegos, con dos rupturas para David y una para Pico. Recién en el cuarto juego, Nalbandian pudo conservar su servicio. Un nuevo quiebre para Mónaco en el sexto juego y, de nuevo, todo como en el inicio. Pero, enseguida, otra ruptura, ahí mismo, en el séptimo game. Parecía que la cuestión pasaba por ver quién quebraba más, en lugar de ser el servicio lo preponderante. Y continuando con la tónica de un set plagado de quiebres, fue con una ruptura que Nalbandian lo cerró. En el noveno game se volvió a quedar con el servicio de Mónaco, y se adueñó también del set por 6-3.
Con el comienzo del segundo parcial, quedó claro que la inconsistencia de los saques no se había terminado con el primer set. Otra vez ambos protagonistas flaquearon por ese lado. Lo más sorpresivo de esto fue que le haya ocurrido a Mónaco, quien en sus dos partidos anteriores se había destacado justamente por la mejoría en esa faceta de su juego. Primer game, quiebre para Mónaco. Segundo, ruptura para el de Unquillo. Sexto juego, Pico se quedó con el saque del cordobés. En el séptimo, David recuperó el quiebre. Esa fue la tónica en la segunda manga.
Luego la cuestión se estabilizó un poco y el trámite se volvió más normal. Ambos encadenaron varios games seguidos manteniendo su servicio. El de Mónaco, por caso, se empezó a parecer al que había mostrado en los partidos previos de esta copa. Esa mejoría de ambos llevó a que el set se definiera en tie break, que también entregó emociones. Nalbandian se llegó a poner 5-2 y parecía que lo cerraba fácil. Pero Mónaco se recuperó y descontó para ponerse 5-6. No obstante, David no perdonó, ganó ese punto decisivo y pudo festejar.
"Me voy contento. Por más que sea una exhibición, nosotros somos deportistas y nunca jugamos para perder. Hoy con Pico jugamos bastante en serio. Creo que salió un buen partido. Espero que la gente lo haya disfrutado", comentó el cordobés tras el partido. Nalbandian también se refirió al marco: "Ver el estadio lleno es hermoso. No es fácil lograrlo en una exhibición, y acá se dio. Fue espectacular". Y así se fue la octava edición de esta exhibición que ya se ganó un lugar no sólo en el calendario nacional sino también en el corazón de los espectadores.
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