Juan Martín Del Potro (5º) derrotó al alemán Florian Mayer (60º) por 6-3, 0-6, 6-4 y 7-5, y de esta manera pasó a los octavos de final del Abierto de Australia, instancia en la que se medirá con el croata Marin Cilic (14º).
El tandilense debió jugar nuevamente un exigente partido de 2 horas y 34 minutos, en el que Mayer lo complicó con su slice y sus peculiares drops-shots. Por el lado del actual campeón del US Open, se lo vio errático con su saque (11 aces, 3 saques ganadores y 5 doble faltas) y en varios aspectos de su juego (46 errores no forzados contra 24 de su rival), además le costó concretar varias chancees de quiebre que generó (5 breaks en 14 oportunidades). Pero en los puntos importantes el argentino mostró su temperamento y saco adelante un compromiso complicado.
En el primer set, el cuarto cabeza de serie del torneo fue superior y torció al teutón con su potente drive para ganar la manga por 6-4. Lo que le ocurrió a Del Potro en el capítulo siguiente fue muy extraño, no sólo por el score, sino por el amplio dominio de su rival que no dejó hacer absolutamente nada al finalista de la Copa Masters del año pasado y logró el parcial por un rotundo 6-0.
Afortunadamente para el tandilense las cosas cambiaron después de la paliza que le propinó el alemán en el segundo capitulo y pudo reaccionar mejorando su juego: paso de 38% de puntos ganados con su primer servicio y 13 % con el segundo a 70% y 50 % respectivamente; hubo un progreso en los winners de 5 aumentó a 13, pero lo único que no pudo corregir fue los errores no forzados que se siguieron acrecentando de 9 a 11. Del Potro logró el quiebre en la única oportunidad que se le presentó (a diferencia del anterior set que tuvo 5 chances y no aprovechó ninguna) y se llevó el parcial 6 a 4.
En la instancia definitiva se vio un juego mucho más parejo y ninguno de los dos lograba hacer la diferencia, hasta que Del Potro se quedó con el saque de Mayer en el 11º juego para luego cerrar el mach con su saque. Un aspecto positivo de este encuentro fue que el argentino no necesitó ir a un quinto set para definir la historia, sin embargo quedan dos incógnitas: ¿Cuánto resto tiene el argentino para enfrentar a Cilic?, y ¿Qué ocurrirá con la lesión en su muñeca? Sólo él tiene las respuestas.
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